Los campesinos y leñadores que la han visto, dicen que es
una señora corpulenta, elegante, vestida de hojas frescas y musgo verde, con un
sombrero cubierto de hojas y plumas verdes. No se le puede apreciar el rostro
porque el sombrero la opaca.
Hay mucha gente que conoce sus gritos o bramidos
en noches oscuras y de tempestad peligrosa. Vive en sitios enmarañados, con
árboles frondosos, alejada del ruido de la civilización y en los bosques
cálidos, con animales dañinos