Cuenta una vieja leyenda de Puebla que en la época de las
invasiones francesas había en las cercanías de los fuertes un niño zacapoaxtla,
los soldados le pidieron a aquel niño que subiera a un árbol para observar que
tan lejos se encontraba el enemigo puesto que ellos no podían subir a los finos
y frágiles arboles de la región.
El niño aceptó ayudar gustoso, subió a un
árbol y pudo ver avanzar a los franceses, entonces el pequeño contó cuantos
eran, también contó que tipo de armamento traían y a qué velocidad avanzaban,
los soldados agradecieron al niño y le pidieron que bajase pero el niño seguía
aferrado al árbol dando aún más información, entonces comenzó la batalla y la
balacera no se hizo esperar, una de las balas perdidas dio en el corazón del
niño, el cual cayó y murió, los soldados ganaron la batalla ese día gracias a
la información del pequeño, así que procedieron a darle cristiana sepultura y
lo nombraron el héroe del día.