Si bien el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day en
inglés), que se conmemora el cuarto jueves de Noviembre y celebra los
festivales del fin del ciclo de la cosecha, es una festividad familiar en la
que los miembros se reúnen en torno a la mesa para disfrutar de un banquete, en
muchas ocasiones la jornada queda ensombrecida por un hecho oscuro
Algunos estudios relacionados con la psicología familiar
afirman que las celebraciones, cumpleaños, aniversarios y demás son fechas que
en teoría deberían servir para unir a los miembros de la familia, pero en lugar
de ello son ocasión propicia para rencillas y roces que, a veces, terminan
desatando graves consecuencias.
El Día de Acción de Gracias de 2009, un 26 de Noviembre, en
Fort Lauderdale, Florida, Paul Merhige disparó y mató a varios miembros de su
familia, entre los que se contaban sus dos hermanas mellizas, su tía, de 79
años, y un pequeña prima, de tan sólo 6 años, hija de una de sus hermanas. Su
cuñado, esposo de una de sus hermanas, resultó gravemente herido pero logró
sobrevivir. Tras cometer los crímenes, Merhige se marchó, no sin antes decir a
los aterrados sobrevivientes de la reunión que había esperado 20 años para
poder llevar a cabo su plan. Previamente había participado de la reunión
cantando canciones y tocando el piano.
La policía se abocó a la captura de Merhige de inmediato y
con una amplia búsqueda. Aun así, Merhige logró eludir el cerco y permaneció
prófugo durante varias semanas, hasta que fue aprehendido en un motel en el que
se había registrado bajo un nombre falso. Su defensa alegó demencia, pero si el
juicio se llevaba adelante en esas condiciones y Merhige era declarado
mentalmente sano era seguro que recibiría la pena de muerte, por lo que optó
por declararse culpable y fue condenado a siete cadenas perpetuas consecutivas,
con lo cual cualquier posibilidad de libertad condicional es menos que ínfima.
¿Qué motivaría un comportamiento de esta naturaleza? Los
científicos que estudian la conducta humana hablan de la existencia de individuos que son
capaces de generar un odio profundo que va aumentando con el paso del tiempo.
Ese sentimiento puede o no estar justificado; no siempre quienes han sido de
algún modo ofendidos reaccionan violentamente, y no siempre quienes toman las
armas tienen verdaderos motivos para hacerlo. Desde ya, cometer un asesinato
nunca posee ustificación, pero el cado de Merhige sugiere que existen personas
que acumulan agravios, supuestos o reales, y que buscan la manera de ejercer
una venganza devastadora en un momento de felicidad familiar. Varios casos de crímenes
múltiples similares al cometido por Merhige en festividades como Halloween, el
Día de Acción de Gracias o Navidad y Año Nuevo así lo demuestran. Al parecer,
las celebraciones actúan en este tipo de individuos como catalizadores del
rencor.