Mitos y Leyendas prehispánicos
La inocencia del alma no se pierde nunca.
Gente de todas las partes y de todos los tiempos han
escuchado y seguirán escuchando con una diáfana ingenuidad, los relatos, las
tradiciones, las leyendas y las antiguas crónicas; unas que apenas soslayaron
ojos ávidos y torpes en antiguos códices ideográficos, esotéricos y
misteriosos, otras que aún yacen olvidados en polvosos y húmedos archivos,
entre pergaminos carcomidos, en escritura de tinta desleída y caracteres
dibujados por acuciosos monjes y “lenguas” que llegaron al conocimiento de los
dos idiomas que en su tiempo prevalecieron en lo que hoy es América.
Y aún nos queda la herencia que hoy tratamos de registrar y
rescatar, que es el relato de los viejos, las tradiciones y mitos orales que se
han venido repitiendo de generación en generación en un legado cultural que de
ningún modo debemos esquivar y desaprovechar:
Y así, tradiciones, leyendas y mitos, una mitología
asombrosa de hechos increíbles en los que se mezclaban hombres y dioses,
estrellas y animales, elementos y movimientos telúricos, con el devenir de los
antiguos pobladores del Anáhuac, se han ido eslabonando estas hermosas cuentas
de abalorio, esta encajería de una urdimbre que aún nos deleita y nos asombra y
nos pone a pensar si en verdad han ocurrido tantos hechos, unos sombríos y sobrenaturales
otros, y el motivo por el cual ya no ocurren.