En Laos, un país asiático, existe
un cuento que dice que hace muchos años había 8 soles que iluminaban la tierra.
¿Quieres saber qué ocurrió para que sólo tengamos uno ahora?
Hace mucho tiempo, la tierra
estaba iluminada por ocho soles. La radiante luz deslumbraba a los hombres y el
inmenso calor secaba la tierra.
Un día los hombres decidieron que
ocho soles eran demasiados para iluminar la tierra y que con uno sólo bastaría.
- ¡Vamos a cazar siete, les vamos
a dar miedo y se apagarán! - pactaron los hombres
Fueron a buscar a un buen
arquero, el que mejor puntería tenía. Al disparar sus flechas los soles se
asustarían y se apagarían. Al disparar la primera flecha, un sol se apagó.
Disparó una segunda y otro desapareció. Y así fue hasta llegar a la séptima flecha,
que hizo que se apagara el séptimo sol pero también el octavo y último.
Entonces la oscuridad reinó en la
tierra, la tierra era sombría y fría y los hombres desgraciados. Necesitaban la
luz del sol para vivir.
- Tenemos que hacer volver al
último sol - se lamentaban las mujeres
- Tiene miedo de nosotros -
respondían los hombres
- En ese caso- contestaron las
mujeres- Pediremos a los animales que nos ayuden a hacer volver al sol.
Hicieron venir a una vaca, que
mugió y mugió pero el sol no vino. Llamaron entonces a un tigre, que estuvo
rugiendo mucho rato. Los hombres y las mujeres temblaban de miedo y seguramente
el sol también tuvo miedo porque no apareció.
Hicieron venir a un búho, que
ululó toda la noche, pero el sol tampoco apareció. Sí que lo hizo en cambio una
luna blanca que iluminó la tierra.
Entonces los hombres y las
mujeres llamaron al gallo. Se puso a cantar tan fuerte que su cresta se
enrojeció. Pero siguió cantando y cantando con toda su garganta.
Entonces, tímidamente, una luz
amarilla y cálida apareció sobre la tierra. Era un sol que despuntaba sobre la
línea del horizonte. Poco a poco, mientras el gallo seguía cantando, el sol se
iba alzando en el cielo e iluminaba las caras de todos aquellos que lo
esperaban.
Y desde ese momento cada mañana
el gallo llama al sol para que ilumine la tierra.