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lunes, 14 de julio de 2014

La mentira sobre la huelga a la japonesa ... LEYENDAS ESPAÑOLAS


En España hay una extendida leyenda urbana sobre la Huelga a la Japonesa.

( según wikipedia) La huelga a la japonesa es una leyenda urbana extendida en España y algunos países de América Latina, aplicable a la industria. Según esta teoría, los empleados que hacen la huelga a la japonesa trabajan más de lo habitual como medida de presión. Así, se provocaría un aumento de la producción y los precios caerían por la ley de la oferta y demanda, pues los dueños de la industria no podrían colocar su producto en el mercado ya que están acostumbrados al método "justo a tiempo" y los costes de almacenamiento son muy altos.

 Además, al acudir a su puesto seguirían cobrando su sueldo, algo que no sucede en una huelga convencional.

En muchos países existe la creencia de que los empleados japoneses son más fieles a sus empresas, lo que habría provocado la extensión de este mito. Sin embargo, en Japón no se hace este tipo de huelga.


 Allí son más frecuentes los paros convencionales o las huelgas de celo, donde el empleado acude a su puesto de trabajo pero no presta atención a su labor, provocando una mayor probabilidad de que los productos sean defectuosos. Aquí foto de una huelga real japonesa.

Mitos y Leyendas de Argentina…LA SALAMANCA


El origen de esta leyenda se remonta a los estudiantes de la Universidad de Salamanca en donde se dice los estudiantes se juntaban en cuevas para estudiar, aunque otros señalan que para hacer brujería. Así pasó al Nuevo Mundo y tuvo su propia y folklórica mutación. ¿Será tal vez que los estudiantes se juntaban para profundizar conocimientos, y como salían tan sabihondos de la cueva, los envidiosos le endosaban los pactos demoníacos?
En Argentina es una fiesta organizada en honor al macho cabrío en algún socavón alejado del poblado. En ella se sirven exquisitos manjares y bebidas y se baila y canta hasta la primera luz del amanecer.

En la Salamanca se encuentran brujas, almas condenadas, y demonios de los infiernos

Se dice que a la Salamanca pueden ingresar todos aquellos que deseen hacer un pacto con el Diablo o adorarlo. Al ingresar a la cueva se debe besar los cuartos traseros de un carnero y luego entregarse a la orgía.

En las noches suele oírse el estruendo de la música y carcajadas de los condenados. Si alguien pasa cerca de la Salamanca y no desea ser tentado a ingresar, debe llevar un Rosario en la mano o bien ser un hombre de mucha Fe. La gente que participa de la Salamanca puede estar varios días sin dormir y no se les nota el cansancio, además son "agraciados" con algunas virtudes como la ejecución de instrumentos, la capacidad de canto, la oratoria, etc. signos estos característicos de haber firmado un contrato con el Diablo.

“Un obrero de la zona de Las Bolsas ( Tafí del Valle), solía andar de juerga hasta avanzadas horas de la madrugada, y al día siguiente iba al trabajo como si hubiera dormido varias horas; con el tiempo empezó a hacer plata y ya todos los compañeros se pusieron nerviosos, porque tenía éxito con las mujeres, y siempre salía de noche... hasta una vez nos contó que él le había besado las ancas al carnero en una zanja de La Quebradita (Tafí del Valle)... un día no volvió a la obra y apareció con casa nueva, había dejado el trabajo pero seguía con mucha plata... casi no envejecía, pero algo raro pasó porque lo encontraron colgado del horcón de su casa”, relato de un viejo operador de vialidad de la zona del Infiernillo, Tafí del Valle, que pidió reserva para su nombre.

domingo, 13 de julio de 2014

Leyendas y Mitos de Ecuador…EL SAPO KUARTAM SE TRANSFORMA EN TIGRE


Un shuar iba de cacería e incrédulo imitó el canto del sapo Kuartam, que vive en los árboles. “Kuartam-tan, Kuartam-tan”, lo retó en medio de la noche, pero nada pasó. “Kuartam-tan, Kuartam-tan, a ver si me comes”, dijo y rió. No lo hagas, le había dicho su mujer, porque puede transformarse en un tigre. No le creyó. Kuartam, el sapo, se convirtió en felino y lo comió. Nada se escuchó de su ataque, pero la mitad del cuerpo del shuar había desaparecido. 

Al alba, la muchacha decidió matar a Kuartam. Llegó hasta el árbol donde el batració cantó la noche anterior. Tumbó el árbol que al caer mató a Kuartam, que se había convertido en un sapo con un estómago inmenso. La mujer cortó rápidamente la panza de Kuartam y los pedazos del shuar rodaron por los suelos. 

La venganza no le devolvió la vida al shuar pero su mujer pudo contar que nunca es bueno imitar a Kuartam. A lo lejos de la tupida floresta se escuchó un nuevo: “kuartam-tan, kuartam-tan”, sin saber si era un sapo o un shuar a la espera de un tigre.

sábado, 12 de julio de 2014

Mitos y Leyendas de puerto rico…LA GARITA DEL DIABLO


Con un grito de" Alerta" el centinela comenzaba la jornada militar,esto se efectuaba frecuentemente para no dormirse y atestiguar su vigilancia. Misteriosamente, durante una noche oscura, desapareció un centinela de esta garita, surgiendo así la leyenda de la "Garita del Diablo".

Los habitantes de la isla de Puerto Rico, eran muy propensos a los ataques de piratas. Por tal razón tenían que pasarse la vida vigilando. La ciudad capital estaba rodeada (aún está) por castillos y murallas . Alrededor de las murallas habían, entre trecho y trecho, unas garitas o torresitas donde los soldados hacían su guardia día y noche.

Por las noches se sentían las rondas de gritos que los centinelas gritaban para no dormirse

Entre todas las garitas, había una, la más distante y solitaria. Estaba sobre un acantilado profundo en el extremo de la bahía. En el silencio de la noche, el ruido del mar producía un rumor como si los malos espíritus estuvieran cuchicheando.

Había un soldado al cual llamaban "Flor de Azahar". El y como el soldado Sánchez tenía la piel blanca como el azahar, le llamaban así. Esa noche le tocó a Sánchez velar en esa garita.


Como de costumbre, los gritos de contraseña de los soldados se escuchaban de trecho en trecho. Pero, al llegar al de el soldado Sánchez, nadie contestaba. Solo se escuchaba el viento silbar y el mar con su rumor.

El miedo se apodera de sus compañeros que pasaron la noche temblando, del solo pensar, que le hubiese pasado a su compañero.

Al salir el sol, todos salieron corriendo hacia la garita a ver qué había pasado en la garita, que se había quedado muda durante la noche. Encontraron: el fusil, la cartuchera y el uniforme del soldado Sánchez. El soldado Sánchez, había desaparecido sin dejar rastros.

Los soldados, que eran supersticiosos, comenzaron a decir que un demonio lo había sorprendido y se lo había llevado por los aires.

Desde ese día, a la garita del desaparecido Sánchez, se le conoce como "La Garita del Diablo".

viernes, 11 de julio de 2014

Leyenda o Mito Colombianas… LA MUELONA


Dicen que es una mujer bonita de largos cabellos, ojos electrizantes, una dentadura como de fiera que destroza fácilmente lo mismo a un ser humano que a una vaca o un caballo. Como la dentadura la exhibe siempre, parece que estuviera continuamente riéndose. Prorrumpe unas carcajadas estridentes y destempladas, haciendo estremecer la zona donde se halle.
     
Las horas preferidas para salir a los caminos son: de las seis de la tarde a las nueve de la noche. A los caminantes se les aparece a la orilla del sendero o contra los troncos de los árboles añosos, a manera de una mujer muy atractiva y seductora, pero que al estar unidos en estrecho abrazo, los tritura ferozmente.

Casi siempre persigue a los jugadores empedernidos, a los infieles, alcohólicos, perversos y adúlteros. Los campesinos dicen que los hogares que se libran de ella, son los que tienen niños recién nacidos o mujeres que van a ser madres.

Cuentan los cronistas que en la época de la Colonia se diseminaron por el país las mujeres españolas, que aunque muchas eran buenas, el resto era de pésimos antecedentes. Algunas de estilo gitano eran perversas, corruptoras que ocasionaron perjuicios lamentables a familias modestas, engañando niñas inocentes y arruinando a hombres que poseían cuantiosas fortunas.

Una de ellas, "la Maga" estableció su negocio resolviendo consultas amorosas, arreglando, o mejor, desbaratando matrimonios, echando el naipe, leyendo las líneas de la mano, en fin, todo lo que fueran artimañas. Cuando conoció mucha gente y tenía mucha clientela, ensanchó el negocio con una casa de diversión; allí conquistaba cándidas palomas y limpiaba el bolsillo de altos representantes del rey de España, no dejando de lado "los criollos" más adinerados.

La suma de atrocidades cometidas por la pérfida mujer fueron incontables. Ella enseñó a las jóvenes a evitar la maternidad; cayó la ruina en centenares de hogares; se agotaron ingentes fortunas y vino como consecuencia la depravación, las enfermedades venéreas y esposas abandonadas.

Cuando murió la disoluta "maga", la casa se llenó de un olor nauseabundo, hasta el punto de tener que abandonarla de inmediato.

Una de las mujeres preferidas por la muerta se arriesgó a quedarse aquella noche para recoger algunos utensilio, trajes y joyas. Apenas apagó la bujía para acostarse, una bandada de vampiros invadió la estancia y una voz cavernosa se oyó en el dormitorio: "...tengo que vengarme de los hombres jugadores y perniciosos! malditos!, !de las mujeres livianas y descocadas! !estarán conmigo en el infierno!,! soy la muelona!..."

La indefensa mujer no podía prender el candil porque el aleteo de los quirópteros apagaban la yesca, a la vez que le azotaban la cara. Ya desesperada y horrorizada salió gateando a la calle para contar alarmada lo que acababa de presenciar.

Las autoridades tuvieron que prender fuego a la casa maldita para dar paz y tranquilidad a los vecinos quienes vivían inquietos y mortificados con aquella casa de escándalos y vicios.

jueves, 10 de julio de 2014

Leyendas y Mitos españolas… LA CASA DE LOS ESPEJOS


En Cádiz (España) en la parte antigua de la cuidad, cerca de la Alameda,frente al monumento del marqués de Comillas junto al mar se sitúa una antigua casa abandonada de la cual cuentan ser una casa encantada. En la casa de los espejos vivió un capitán de barco con su esposa y su hija; la hija le pedía a su padre que cada vez que volviese de algún viaje este le trajese un espejo.La hija fue creciendo y se convirtió en una bella joven, además era una hija ejemplar, ante tanta grandiosidad el padre solo tenía ojos para ella. Pasaron y pasaron los años y su padre seguía regalandole espejos llegando a tener una gran colección compuesta por espejos de muchos lugares del mundo. 

La madre ante estos caprichos y la poca atención que recibía por parte de su marido discutía día a día con su hija cuando este se encontraba de viaje, era tan grande la envidia que en uno de los viajes envenenó a su hija para así obtener la absoluta atención de su marido.

Al llegar el padre, su esposa le dijo que su hija había padecido una grave enfermedad y había muerto. El padre enloquecido no podía creer que su ojito derecho había muerto y arremetía contra todo, cuando entonces vio reflejado en los espejos la muerte de su hija y el envenenamiento por parte de su madre. Al saber lo que realmente ocurrió logró que su esposa confesara, fue encarcelada muriendo al tiempo; el esposo se marchó de la casa para no volver jamás. 

La casa desde ese momento hasta día de hoy continua inhabitada. Al entrar en esa casa un escalofrío te recorre el cuerpo y aveces se pueden escuchar llantos de una niña que fluyen desde el piso de arriba, donde se encontraba la habitación de la niña, la cual aun posee sus paredes cubiertas por espejos intactos que aveces dejan de reflejar tu reflejo. Varias personas que han estado al interior de esa casa y en la habitación de la niña a sensacion es realmente inquietante.

miércoles, 9 de julio de 2014

Reconocimientos El indio Traidor. .. Leyendas Mexicanas


La leyenda que vamos a relatar es absolutamente verídica y ocurrió en la actual Calle del Carmen, fue recopilada por el conde de la Cortina en uno de sus escritos. Dicho conde afirmaba que después de la conquista hispana, las autoridades españoles decidieron proteger a los indios mexicanos de noble estirpe que había sido apresados o que se presentaron, voluntariamente, ante los españoles para servirles, renegando de la supuesta tiranía de que habían sido víctimas por la crueldad de Moctezuma Xocoyotzin. A cambio de la supuesta protección, los hispanos los empleaban como espías delatores de posibles levantamientos indígenas.

En una casa de la nombrada Calle del  Carmen vivía, a mediados del siglo XVI, uno de estos indios renegados de noble estirpe. Realizaba las tareas de espía, y era servilmente amigo del virrey, quien a la vez que lo apreciaba lo despreciaba. Como pago a sus servicios, el indio renegado poseía varias casas en la ciudad, extensos campos donde cultivaba maíz y otros vegetales, donde pastaba el ganado y paseaban diversas aves de corral. El indio no carecía de nada, era rico, pues además había heredado de sus antepasados anillos, brazaletes, collares de chalchihuites, bezotes de turquesa y obsidiana, piedras preciosas y discos de oro imitando al Sol y a la Luna, más una hermosa y valiosa vestimenta de fino algodón con bordados de plumas de aves exóticas, así como cacles de excelente cuero y tiras trenzadas con oro. Su casa estaba lujosamente amueblada con icpallin maravillosamente tejidos, cómodos y suaves para el cuerpo; y con bancos forrados de pieles de hermosos animales. Ni que decir tiene que su casa estaba adornada con obras de arte debidas a excelentes artistas indígenas.

Por supuesto que el indio había recibido el bautismo a manos de los frailes; se le había enseñado el catecismo, por lo que el hombre, muy devotamente, iba a misa, se confesaba y seguía todos los preceptos de la religión católica. Sin embargo, el indio era socarrón e hipócrita, pues en un cuarto apartado de su impresionante casa, tenía escondido un altar, como si se tratase de un adoratorio católico en el cual se apreciaban varias imágenes del culto cristiano. Pero todo era una pantalla, pues escondidos tras las imágenes católicas había ídolos mexicas que representaban a varios dioses de la religión caída de los indios conquistados. El indio engañaba a los frailes haciéndoles creer que era un buen cristiano, cuando en realidad no sólo adoraba a ídolos “paganos” sino que llevaba una vida disipada y degenerada, entregada a los placeres de la sexualidad, de la buena comida y la bebida. Comía platillos indígenas llenos de chile y grasa, bebía en jícaras pulques de todo tipo que le emborrachaban y embrutecían, y a los que se agregaban ciertas drogas alucinógenas.

Esta continua vida de disipación embrutecieron al indio a tal extremo que vivía lleno de superstición y de un terrible miedo a la ira de los dioses que adoraba, y a los tormentos que el diablo le infligiría, al cual veía pintado en los retablos de las iglesias. Descompuesto y a punto del delirium tremens, en una de sus borracheras se le apareció el dios Quetzalcóatl, y con una flecha de fuego puso fin a los días del indio traidor y servil. Moraleja: No se puede ni se debe servir a dos amos.

Sonia Iglesias y Cabrera

martes, 8 de julio de 2014

Mitos y Leyendas De Venezuela…El Silbón


Después de asesinar a su padre, el hombre fue castigado con un mandador de pescuezo (típico del llano), al tratar de huir fue mordido por un perro tureko, para concluir el castigo su abuelo regó sobre sus heridas gran cantidad de ají picante. El recuerdo y mención de lo sucedido libra a las personas de ser atacadas por este espíritu errante conocido como el silbón.

El Silbón se presenta a los borrachos en forma sombrío. Otros llaneros le dan forma de hombre alto y flaco. usa sombrero y ataca a los hombres parranderos y borrachos, a los cuales chupa el ombligo para tomarles el aguardiente.

La tradición explica que al llegar el silbón a una casa en las horas nocturnas, descarga el saco y cuenta uno a uno los huesos; si no hay quien pueda escucharlo, un miembro de la familia muere al amanecer.

Otra versión dice que fue un hijo que mato a su padre para comerle sus "asaduras". El muchacho fue criado toñeco (mimado), no respetaba a nadie. Un día le dijo a su padre que quería comer vísceras de venado. Su padre se fue de cacería para complacerlo pero tardaba en regresar. En vista de esto el muchacho se fue a buscarlo y al ver que no traía nada, no había podido cazar el venado, lo mato, le saco las vísceras y se las llevo a su madre para que las cocinara. Como no se ablandaban, la madre sospechó que eran las "asaduras" de su marido, preguntándole al muchacho, quien confesó la verdad.

De inmediato lo maldijo para toda la vida. Su hermano Juan lo persiguió con un "mandador", le sonó una tapara de ají y le azuzó el perro "tureco" que hasta el fin del mundo lo persigue y le muerde los talones.

domingo, 6 de julio de 2014

La Leyenda de Arrechavala


El Coronel Joaquín Arrechavala es un personaje mítico basado en la historia de Nicaragua, durante el periodo colonial. Nació en Madrid España en el año 1728, Sus padres fueron: José Antonio de Arrechavala y Abrosía de Vilchez. El Rey de España, Carlos II de Borbón, lo envió a Nicaragua, para que formara parte de la oligarquía nicaragüense, que evoca entre otros los nombres de Sacasa, Chamorro, Zavala y el prelado García Jerez.

Esta Burocracia española de la época colonial acumuló capitales improductivos conformados de tesoros incalculables en oro, plata, y bienes raíces con el fin de mejorar su posición social. El 14 de febrero de 1791, Joaquín Arrechavala fue ascendido a Coronel. En el periodo de 1811 a 1812 Nicaragua fue marcada por violentas insurrecciones contra la dominación española en busca de la independencia. En este período de agitación, el coronel Arrechavala fue uno de los principales promotores de la adhesión de León al Imperio Mexicano de Iturbide, para asegurar y garantizar la estabilidad de sus intereses.

Durante y después de la abdicación del Imperio Mexicano, el Coronel mostró un implacable odio y aversión por los indígenas. Es por eso que él personalmente se paseaba por las noches montado en su caballo lujosamente adornado y latigueaba a todo indígena que encontraba en las calles. Solía vestir su uniforme militar adornado de charreteras y hebillas doradas. Su caballo era negro con su freno de metal precioso, y aterraba a los caminantes nocturnos con todo ese ruido y los indios se espantaban apenas lo percibían a lo lejos o si escuchaban el galopar de su brioso caballo.

Arrechavala era identificado como un espíritu nocturno, porque siempre se le veía por las noches en guardia para asegurar el orden en ese período de sublevaciones contra el gobierno colonial. Joaquín Arrechavala, así como los muchos oligarcas de esta época, enterraba sus riquezas. Sin embargo, para el indígena la acumulación de éstas era inconcebible, ya que debían servir para la celebración de una fiesta en la que participara toda la comunidad.

Una de las leyendas es la aparición del fantasma de Arrechavala, vestido de militar, cabalgando en su caballo sobre la Calle Real, ahora Rubén Darío, que comienza en la Iglesia El Calvario y finaliza en la Iglesia Sutiava. Indiscutiblemente la gente, en esos días, creía que los muertos aparecían. Según unos espiritistas cuentan que hablaron con él y les dijo que dejaría de molestar si conversaba con un familiar para indicarle donde estaba enterrado el tesoro que había acumulado hasta su muerte. Arrechavala, condenado por el pueblo, debe errar eternamente entre los vivos para vigilar sus tesoros enterrados, muere en el año 1823 (a los 95 años de edad).

sábado, 5 de julio de 2014

El Mito de Hera (Juno Romanos)


Hera es la diosa con mayor rango en el Olimpo, pues es esposa y hermana de Zeus, el dios de los dioses en la mitología griega.

Esta diosa es la hija mayor de Cronos y Rea, y como todos sus hermanos fue tragada por su padre, hasta que Zeus fue salvado de las terribles fauces paternas y, luego, pudo entonces liberar a todos sus hermanos.

Durante la lucha que hubo entre Zeus y los titanes, la diosa fue criada -según unas versiones- por Océano y Tetis, con quienes ella quedó muy agradecida, por lo que cuando ellos riñeron, ella trató de reconciliarlos. Otros narran que fue criada por las Horas, por el héroe Témeno e incluso por las hijas de Asterión.

Una vez que Zeus ganó la gran batalla y se estableció el poder olímpico, éste contrajo matrimonio con Hera. Se cuenta que ella era su tercera esposa, después de Metis y Tetis, no obstante el amor entre Hera y Zeus era anterior incluso a la batalla con los titanes. La boda fue más que suntuosa, y de acuerdo a la tradición, se indica como lugar de la celebración el jardín de las Hespérides (aunque a veces se dice que las manzanas de este jardín fueron sólo el regalo de Gea a Hera el día de su casamiento, y que la diosa las cembró en su jardín). En la Ilíada se cuenta que la boda se llevó a cabo en la cumbre del Ida de Frigia. También, se ha mencionado que se realizó más bien en el lugar místico de Eubea. La divina unión tuvo como frutos cuatro hijos: Hefesto, Ares, Ilitía y Hebe.

Como esposa del líder de los dioses, Hera se convirtió en la protectora de todas las mujeres casadas. Por ello, se la representa como mujer celosa, vengativa y violenta, pues Zeus -que le era infiel constantemente- provocaba sus iras, de las que hacía víctimas no sólo a las amantes sino a los hijos producto de los amores prohibidos.

Fue así como Heracles cayó en desgracia con Hera, pues era hijo de Zeus y Alcmena, y fue tal vez el que más sufrió la cólera de la diosa. A ella se le ocurrió la idea de los doce trabajos a los que se sometió al semidios, y lo persiguió sin límite hasta el fin de sus días.

Sin embargo, estos ataques de celos también le costaban caros a la diosa, pues Zeus siempre protegía a sus hijos y a sus amantes de la venganza de Hera. Por ejemplo, cuando Heracles se vio envuelto en una tormenta enviada por Hera cuando él regresaba de tomar Troya, Zeus la suspendió del Olimpo y le ató un yunque en cada pie. Hera más tarde se reconcilió con Heracles.

Las leyendas en que esta importante diosa interviene son muchas. Por ejemplo, persigue a Io, la convierte en vaca y convence a los Curetes de desaparecer a su hijo, interviene en el trágico origen de Sémele, produce la locura de Tamante e Ino por haber criado a Dionisios, hijo bastardo de Zeus con Sémele. Aconseja a Artemisa para que asesine a Calisto, e intenta impedir el parto de Leto, de dónde nacieron Apolo y Artemisa.

Sin embargo, la ira de Hera no siempre se relaciona con los celos, a veces también lucha por poder. Por ejemplo, castigó a Tiresias y lo dejó ciego, por darle la razón a Zeus en una discusión que entabló la pareja sobre quién gozaba más de los placeres del amor, si el hombre o la mujer.

Además, participó en el concurso de las manzanas para averiguar cuál diosa era la más bella, donde Paris fue árbitro. Como éste eligiera a Afrodita, su cólera cayó sobre él y sobre Troya, por lo que la balanza se inclinó por los griegos o aqueos, hecho que se confirmaba porque Hera naturalmente estaba designada como la protectora de Aquiles, héroe griego hijo de Tetis, a quien Hera le debía tanto, como ya dijimos. Incluso, la diosa extendió su protección a Menelao, y lo hizo inmortal. Anteriormente, Hera había protegido a los Argonautas, y ayudó a que salieran bien librados de las Rocas Cianeas y de los pasos de Caribdis y Escila.

Por otro lado, se sabe que la diosa participó en la lucha contra los Gigantes y que fue perseguida y atacada por Porfirión que se había enamorado de ella. Éste intentó hacerla suya por la fuerza, pero mientras le arrancaba los vestidos, Zeus llegó en auxilio de la diosa y le envió un rayo al atacante que fue asesinado completamente por un flechazo de Heracles. De igual forma, Ixión también la atacó con un deseo incontrolable y violento, pero Zeus una vez más la protegió mediante una nube que modeló para engañar al pérfido.

Sus atributos comunes eran el pavo real, cuyo plumaje pasaba por ser los ojos de Argos, el guardián que Hera le asiganra a Io, y sus plantas eran el helicriso, la granada y el lirio. En la mitología latina o romana fue conocida como Juno.

viernes, 4 de julio de 2014

Leyendas de pueblos y ciudades…El león y el Elefante


A todos los animales les parecía que el león era su rey, desde tiempo inmemorial. Era a tal punto más fuerte y más valiente -y, desde luego, más gallardoque cualquiera de ellos, que la mayoría de sus súbditos lo miraba con veneración. No había uno sólo que no estuviera dispuesto a dar una pierna…, bueno, quizá no tanto como una pierna…, digamos un dedo del pie…, para que el león lo eligiera su amigo predilecto. Pero el león tenía ya un favorito… con el que pasaba la mayor parte de su tiempo: el elefante.

Cuando el león iba de visita, el elefante siempre trotaba a su lado, y aunque ambos no consumían el mismo tipo de alimento, comían a menudo juntos. Los demás animales no lograban explicarse por qué estaba dispuesto el león a derrochar tanto de su valioso tiempo con el viejo y pesado elefante. Y no hay que creer, ni por un momento, que ello les gustaba. Y ese asunto daba lugar a mil y un comentarios.

Cierto día, cuando el león había invitado al elefante a una excursión de caza que duraría dos semanas, sus demás súbditos se reunieron en el bosque para discutir aquel fastidioso asunto. El zorro, que nunca había dudado que era más astuto que los demás animales, fue el primero en hablar.

-No creáis que envidio al torpe y pesado elefante -dijo-. Pero… ¿qué le ve de particular el león? Si el elefante tuviera una bella y peluda cola como la mía, yo comprendería inmediatamente por qué simpatiza con él.

Meneando su elegante cola para que los demás animales viesen de qué estaba hablando, el zorro concluyó su discurso y se sentó.

El oso, que no había oído ni la mitad de lo dicho por el zorro, se levantó y meneó la cabeza. Toda aquella conversación sobre la elegancia lo fastidiaba.

-Si el elefante tuviera unas zarpas largas y afiladas como las mías, yo podría comprender la simpatía que siente el león por él -dijo-.

-O si sus torpes colmillos fuesen como mis cuernos -intervino el buey.

-No me hagáis reir -dijo el asno-. Todo ese asunto es claro como el día. Al león le gusta el elefante porque sus orejas son largas. ¡Y eso es todo!

-¡Cómo se quieren a ellos mismos estos estúpidos animales! -dijo a su mujer el pato- Pero la verdad es que los animales que no saben graznar no merecen siquiera ser mencionados.

jueves, 3 de julio de 2014

Leyenda Mexicana… El milagro de la flor de Nochebuena PARTE 1



La FLOR DE NOCHEBUENA

 ¿Sabías que la flor de Nochebuena, esa hermosa planta de diminutas flores y grandes hojas rojas en forma de estrella con las que adornamos las casas en Navidad, proviene de México? Los misioneros españoles las bautizaron así porque el día de máximo esplendor de estas flores es precisamente el 24 de diciembre. Su nombre en idioma azteca es cuetlaxóchitl y en México existe una bella leyenda que narra su origen.

UNA NOCHEBUENA DISTINTA

A Camila, como a todos los niños y niñas de la aldea mexicana de Olinalá, le encantaba la Navidad. Y su momento preferido era cuando en la Nochebuena llegaba la hora de la Misa del Gallo y todos en el pueblo se acercaban hasta la iglesia para dejar una ofrenda al niño Jesús.

Pero aquella Nochebuena era distinta. El padre de Camila se había quedado ese año sin trabajo y por eso Camila no tenía dinero para comprarle frutas, o dulces, o juguetes al niño Jesús. Así que la pequeña pasó toda la tarde muy preocupada, pensando cómo podría conseguir al menos unas monedas para comprar algo de valor.

EN EL MERCADO

—Feliz Navidad, señorita Adela —dijo la niña a la vendedora de frutas, mientras admiraba las relucientes manzanas y las cestas de fresas. Si al menos tuviera dinero para comprar una cesta pequeñita y llevarla hasta el altar.

—Feliz Navidad, señorita Camila —le respondió con simpatía la joven vendedora.

—¿Me dejaría ayudarla en la frutería para sacar algunas monedas? —preguntó la niña.

—Hoy no será posible, querida Camila. La gente ya se está preparando para la Misa del Gallo, así que voy a cerrar el puesto muy pronto. Pero toma unos caramelos para ti y tus hermanos.

Camila dio las gracias a la joven y se marchó apresuradamente hacia su casa, pues ya estaba anocheciendo y todavía tenía que cenar y encontrar el regalo antes de la misa.

EN CASA

En Olinalá, igual que en muchos otros pueblos de México, durante las nueve noches anteriores a la Navidad, las familias y amigos solían reunirse para ir cantando de casa en casa. Después de eso, cenaban juntos en la posada de la aldea para celebrar la Nochebuena.

Sin embargo, aquella noche Camila y su familia celebraron la Nochebuena juntos en casa. Hicieron una sencilla cena de tortitas con arroz y frijoles y Camila repartió los caramelos entre sus hermanitos.

—Debemos estar contentos —dijo su papá—. El próximo año tendré un nuevo trabajo y celebraremos la Nochebuena en la posada, con una sabrosa cena y una piñata.

miércoles, 2 de julio de 2014

Leyenda Mexicana… El milagro de la flor de Nochebuena PARTE 2



MISA DE GALLO

Poco antes de la medianoche, las campanas comenzaron a sonar para anunciar la hora de la Misa del Gallo.

—Ven aquí, Camila, voy a arreglarte esa trenza —le dijo su mamá—, que ya es hora de ir a misa.

—No, mamá, este año no puedo ir —dijo Camila casi llorando—. Es imposible, no tengo ningún regalo para ofrecerle al niño Jesús.

—¿Qué tontería es esa, mi niña? Claro que vendrás a misa con todos nosotros. Y quiero que entiendas algo muy importante: no hay regalo más valioso que aquel que lleves en tu corazón.

Camila dijo que lo entendía y contuvo su llanto, pero sólo para no entristecer a su mamá.

LA IGLESIA

Todas las calles del pueblo se llenaron de gente que iba a la iglesia, con sus mejores ropas y con ofrendas para celebrar el nacimiento de Jesús. Camila iba detrás de sus padres, un poco rezagada a propósito, y cuando llegó ante la puerta de la iglesia se detuvo y no los siguió hasta el interior. ¿Cómo iba a entrar sin tener ni siquiera una vela que colocar en el altar?

Camila entonces se escondió entre las sombras de la vieja sacristía y se puso a llorar. Dentro de la iglesia se oía la música de los mariachis con sus guitarras y alegres cantos.

El milagro de la flor de Nochebuena

EL ÁNGEL

—Camila, pequeña, deja ya de llorar.

¿Quién le hablaba? Camila alzó la cabeza y miró a su alrededor muy sorprendida, pues allí no había nadie, y además esa no era la voz de su mamá ni de su papá. Parecía más bien la voz de un niño.

—Camila, ¿ves esas hojas verdes que crecen alrededor de mis alas? Recógelas y llévalas a la iglesia.

¿Alas? Si hablaba de alas sólo podía ser un pájaro, o tal vez… ¡un ángel! Camila entonces dirigió la vista hacia el ángel de piedra que había en la puerta de la sacristía. A su alrededor crecían unos hierbajos muy feos. ¿Cómo iba a llevarle eso al niño Jesús?

—No dudes ni tengas miedo, Camila. Arranca estas hierbas silvestres y llévalas hasta el altar del niño Jesús.

Camila no veía que la estatua de piedra moviera los labios pero ya no había duda de que el ángel le estaba hablando. A ella le daba vergüenza entregar semejante regalo al niño Jesús, pero no se atrevía a desobedecer al ángel, así que tiró con fuerza de las agrestes hierbas hasta tener en sus brazos un gran manojo de frondosas hojas verdes.

El milagro de la flor de Nochebuena

EL MILAGRO

Camila entró en la iglesia nerviosa y asustada. ¿Se reiría la gente al ver su triste ofrenda? Avanzó hacia el altar con manos temblorosas y sin mirar a los demás, aunque nadie se rió. Y allí, ante los cientos de velas que rodeaban la figura del niño Jesús, se arrodilló y dejó caer una lágrima sobre la pobre ofrenda que llevaba en los brazos.

Al contacto con esa lágrima de amor, aquellas vulgares hojas verdes, de manera milagrosa, cobraron un intenso color carmesí y adquirieron forma de estrella. Toda la gente dejó escapar una exclamación, pues eran las flores más bellas que jamás habían visto.

—Feliz Navidad, dulce niño Jesús —susurró Camila, que ahora se sentía plenamente feliz con su ofrenda.

Desde ese día, los mexicanos llamaron a la espléndida planta “Flor de Nochebuena”. Ésta comenzó a crecer abundantemente por todas partes y cada Navidad decora las casas y las iglesias del mundo entero.

Leyendas Nicaragüenses…El vuelo del pajarito de Dulce


Ovidio Ortega R.

A mi viejo pueblo se llega por un camino siempre fresco en la memoria. Sus casas, calladas de día, siempre cuentan historias cuando se hace de tarde.

En la casa de los Sequeira se cuentan historias desde hace más de cien años…

Su cocina, olorosa a miel de caña y leña seca, ha visto preparar desde siempre los dulces de melcocha.

Mientras la abuela Vilma amasa y el abuelo da forma a las figuritas de dulce, la pequeña Esmeralda imagina los lugares donde los mayores llegan a vender pájaros, armadillos, muñecas, canastas, flores y zapatos de dulce.

Un día, escuchando de su abuela sobre la alegría de las ferias, Esmeralda dijo entusiasmada: “¡Cómo me gustaría acompañarlos mañana al pueblo a vender figuritas de dulce!”

“Primero tendrías que demostrarme que sabes prepararlas muy bien”, contestó la abuela Vilma.

“Ah, y por supuesto colorearlas como lo hemos hecho siempre”, añadió el abuelo Alejandro.

Cuando todos fueron a dormir, la pequeña Esmeralda se quedó coloreando un pajarito de dulce que había moldeado con sus manos:

“Si resulta tan lindo como mis abuelos esperan, tal vez mañana me lleven a la feria.”

Y delineó sus ojos de dulce con el hisopo más fino hasta que le parecieron perfectos.

Esmeralda escuchó una música que venía del patio. “Es extraño, no es el gallo, aunque ya casi amanece”, dijo la niña entre sueños.

Al salir vio con sorpresa al pajarito de dulce entre las flores del jardín, y antes que pudiera decir algo éste le habló:

“No tengas miedo Esmeralda, vine a mostrarte los colores con los que podrías pintarme.”

“¿Cómo podrías hacerlo?”, contestó Esmeralda. “¡Si apenas tienes color en los ojos!”

“Sube a mi espalda”, la invitó el pajarito de dulce, “y te mostraré cuántos colores he visto.”

“Jamás he visto colores tan bellos”, exclamó Esmeralda, mientras volaban sobre las flores del campo.

“Siempre hay más colores que ver, si tienes paciencia”, dijo orgulloso el pájaro de dulce.

“Estos colores son los que quisiera dar a tu pico”, dijo maravillada la niña al ver las frutas maduras de la temporada.

“Siempre hay más colores que ver, si tienes paciencia”, repitió el pájaro de dulce.

Antes que Esmeralda pudiera decir palabra, al pasar por los árboles llenos de animales coloridos, el pájaro se adelantó a decir:

 “Siempre hay más colores.”

Zambullidos en el fondo marino, la niña se sorprendió ante los tonos del coral, estrellas, medusas y caracolas. El pájaro de dulce solo alcanzó a decir: “Blub – blub – club.”

Cuando aparecieron en el paisaje de la feria los vistosos trajes de los bailantes con toda la gracia de su movimiento, los caballos del carrusel, globos y algodones de azúcar, Esmeralda quedó muda de asombro. “¿Es posible que existan más colores?”, pensó la niña. El pájaro de dulce sonrió.

“¿Es posible que existan más colores?”, preguntó Esmeralda al pájaro de dulce en su viaje de regreso.

“Todos los que puedas imaginar”, contestó el pájaro.

“Todos los que puedas soñar”, alcanzó a escuchar Esmeralda al regresar del maravilloso viaje.

Los abuelos ya estaban camino a la feria cuando Esmeralda alcanzó a mirar por la ventana. “Esta vez tendré que quedarme”, pensó. “Por hoy tengo muchos colores que recordar para pintar mi pajarito de dulce.”

Y empezó a mezclar las tintas para sorprender a los abuelos con el más lindo pajarito de dulce que alguien haya pintado jamás.

martes, 1 de julio de 2014

Cuentos y leyendas de Nicaragua ……….La Mocuana



Tomado de Enrique Peña Hernández: Folklorede Nicaragua. Editorial Unión, Masaya, 1968.

La leyenda de La Mocuana se puede resumir así: Ha muchos años, en los primeros días de la Colonia, la noticia de los yacimientos de oro que según fama había en los dominios del Cacique de la tercera Villa de Sébaco, llevó allí a muchos españoles, que fueron muy bien recibidos por el indio, quien les entregó tamarindos de oro para que los enviasen al rey de España.

Después del obsequio, el Cacique rogó a los extranjeros que se alejasen y no volviesen. Estos aparentaron hacerlo, pero al poco tiempo regresaron; y esta vez con deliberadas intenciones de sojuzgar al jefe indio. Habiéndolo sabido este, escondió sus tesoros. Únicamente su hija conocía el secreto del escondite. Los españoles fueron derrotados.

Pasó el tiempo y habiendo llegado uno de los hijos de los viejos españoles vencidos, se enamoró perdidamente de la hija del Cacique, que era muy bella. Esta correspondió el amor; y como bien sabía ella que su padre se opondría rotundamente al matrimonio, huyó con el español.

Generosa, le dio a su amante europeo las riquezas que poseía y este, satisfecho, y no esperando nada más de la pobre india, la encerró en la cueva de un cerro y le tapó su salida; pero ella, conocedora del lugar, logró escapar por otro lugar.

La actitud de su amante le causó la perdida del juicio y se convirtió en la bruja La Mocuana... Desde entonces se aparece en los caminos e invita a los transeúntes a seguirla hasta la cueva. La gente dice que nunca le han podido ver el rostro; solamente su larga y cimbreante figura y su preciosa cabellera.

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