La mula sin cabeza es un personaje mitológico del folklore
de Brasil. Se cree que el mito tiene una fuente medieval portuguesa, y debería
haber sido llevado a Brasil en el período colonial temprano.
En la mayoría de las historias, sería originalmente una
mujer que fue maldecida por Dios por sus pecados, a menudo se dice que fue una
concubina de un sacerdote católico que realizo el sacrilegio de tener sexo en
una iglesia con él, y por ello Dios la maldijo a convertirse en las noches en
una criatura monstruosa conocida como "La mula sin cabeza".
En esta
historia, algunas versiones además cuentan que el sacerdote también habría sido
maldito; y desde aquel día deambularía como un fantasma sin cabeza (conocido
como el sacerdote sin cabeza).
La criatura se describe con la forma de una gran mula sin
cabeza que en su lugar tiene una llama luminosa con la cual escupe fuego,
además transita galopando con herraduras de plata (o de hierro) que producen un
sonido horrible, más alto que el de cualquier caballo es capaz de producir. A
pesar de estar decapitada, el rebuzno de esta criatura es generalmente muy
elevado cuando esta irritada, y se puede escuchar por varios kilómetros; y a
veces, si más tranquilo, suena como si estuviera gimiendo una mujer llorando.
Esta criatura tiene la capacidad de trasmitir su maldición a
otras mujeres pecadoras. La transformación de esta mujer maldita ocurriría
generalmente en un cruce de caminos en la noche del jueves al viernes, sobre
todo si la noche es de luna llena. Además la transformación de la mujer en la
mula sin cabeza sucede también en el campo psicológico. Su mente se cambia tan
rápidamente que enfurece en la noche y sale a los campos, matando ganado,
asustando a la gente y causando la destrucción y la confusión.
Según la
tradición la mula sin cabeza debe galopar sobre el territorio de siete pueblos
o parroquias cada noche.
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