El Sací es posiblemente el personaje más popular en el
folclore brasileño. Es un joven con una sola pierna, negro o mulato, con
agujeros en las palmas de sus manos, que fuma una pipa y usa una gorra mágica
de color rojo para aparecer o desaparecer donde desee. (usualmente en el medio
de un remolino).Considerado un bromista molesto en la mayor parte de Brasil, y
una potencialmente peligrosa y dañina criatura en otros, no obstante puede
conceder deseos a todos lo que logran atraparlo, o consiguen robar su mágica
gorra.
Se conocen distintas variantes del mito:
Sací pererê, negro como el carbón.
Sací trique, mulato y más benigno.
sací saçurá, con ojos rojos.
Leyendas
Poderes, debilidades y hábitos
Bromista incorregible, el Saci no causa daños de
importancia, pero no hay daño que no pueda hacer. Oculta los juguetes de los
niños, extravía a los animales de granja, se burla de los perros, y maldice a
las gallinas para que no puedan incubar sus huevos. En la cocina, el Saci
derrama toda la sal, agria la leche, quema el frijol cocido, y coloca moscas en
la sopa. Si unas palomitas de maíz fallan, es por la maldición del Saci. A la
menor oportunidad desafilará la aguja de costura, ocultará su ojo y enredará el
hilado. Si ve un clavo en el suelo, lo colocará con la punta hacia arriba. En
resumen, todo lo que va mal en la casa o fuera de ella, puede ser atribuido sin
dudar al Sací.
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