Dice la leyenda (aunque tal vez sea un caso que se deriva de
esta), que una chica acababa de entrar a un convento como misionera y fue
trasladada a la selva, ella venía de España.
No conocía muy bien las leyendas, y sobre todo por ser
religiosa las que conocía, no les tomaba importancia. Esa noche, se habían
reunido todas las monjas después de un viaje en lancha hasta un tribu llamada
Los Boras, a rezar el rosario nocturno, como lo hacían diariamente.
Cuado iban por el segundo Ave María escucharon un silbido
muy agudo, casi como el que hace una uña contra la pizarra, pero era diferente,
era un silbido de alguna criatura. A la monja le extrañó que todas se hubieran
quedado paralizadas y nadie dijera nada. Ella dijo: "¿Qué pasa? ¿No lo
oyen, es horrible? ¿Qué es eso?". Las demás se miraron y parentemente se asustaron.
En el instante en que la monja terminó la pregunta, el silbido cesó.
Todas se fueron a la cama, como si nada. Esa misma noche,
todas dormían cuando escucharon un grito desgarrador que provenía de uno de los
cuartos. Era la monja, no se sabe como enloqueció y aparentemente se suicidó.
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