Cuenta la historia, que hace mucho, vivía una familia
conformada por tres hijos y su madre. Con el pasar del tiempo, la Madre se unió
un hombre, volviéndose padrastro de los pequeños. Desafortunadamente esta unión
fue critica para los niños, ya que este tipo era malo y violento. Muchas veces
maltrataba a los niños sin razón alguna, les imponía castigos severos como
quitarle la comida, negarles agua, y castigaba por gusto. El trato era horrible
para los niños, sin embargo, la mayor parte de la ira se iba en la niña quien
era aun más maltratada.
Un día, este Hombre mientras maltrataba a los niños, arrojó
a la niña por las escaleras, y como consecuencia, ella falleció en el acto.
Tras esto y para evitar más líos, la familia huyó a un lugar aún que hasta
ahora se desconoce.
Tiempo después, la casa pasó a manos de otra familia, pero
esta, duro poco en este hogar ya que a menudo decían oír la voz de una niña
pidiendo ayuda. Otra familia que se mudó a esta casa y que se quedaron más
tiempo, contaron que oían a una niña llorar y gritar en medio de la noche,
otras veces, se escuchaba que hablaba a espaldas de uno, y cuando la persona
que la oía se volteaba, ya no había absolutamente nada. En otras ocasiones
golpeaba la puerta de la casa y se oía la voz de una niña pedir agua.
A pesar de todo esto, lo más inquietante para estas personas
era cuando se topaban con la "niña" de pie en las escaleras. Hoy en
día, aun no se sabe si ella estaba cuidando a sus inquilinos para que no les
pase su misma desgracia, o esperaba el momento adecuado para que ellas los
incite a correr su misma suerte. La casa permanece abandonada ya que la
presencia de "la niña de la escalera" aún está presente.
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