No le importaba regresar caminando por horas a su casa, o a
lo que llamaba casa, ya que estaban por quitarse la por parte de los
acreedores, ya la familia tenia años de haberlo abandonado, su enfermedad había
acabado con todos y le aguantaron muchas, hasta que terminaron por aceptar, que
el no quería cambiar.
Cada tramo que circulaba, por las madrugadas, al caminar a
su casa, le pedía al demonio que le ayudara a tener su golpe de suerte, el
quería sentir lo que era ganar, lo que se sentía con la adrenalina, de poder
ganar dinero sin hacer nada.
Solo te pido que seas prudente, ya que al ver que todo lo
ganas, llamaras la atención, y tendría que llevar tu alma antes de tiempo, así
que si todo lo haces bien nos veremos en este mismo lugar, para cerrar la parte
de tu trato.
Gonzalo aun sorprendido, por lo que acababa de ver, sintió
que algo malo había hecho, pero ya todo estaba hecho, no había manera de
echarse para atrás, en eso levanto las manos y se paro un taxi, Gonzalo, le
dijo que lo disculpara, que no lo había visto, que no tenia dinero, pero el
taxista, le dijo, vecino, si vivo en la misma cuadra que usted, súbase que lo
llevo.
Pero la angustia, de sentir que el paso del tiempo llegaba a
su final, nunca recordó haber firmado con el demonio, algún tipo de contrato, y
el día llego, de repente de estar en su casa, apareció en el lugar, en donde
había hecho trato con el diablo y este se le apareció.
Amigo chamuco, creo que aun me quedan algunas horas, no
crees, el diablo le respondió que para que hacer mas cansado el viaje a su
destino final, si lo inevitable no se podría cambiar, Gonzalo le contesto, –
claro que todo se puede cambiar – lo envolvió en su lengua vipida, de esa que
le había servido para convencer a tanta gente y a la cual le quitaba todo su
dinero para jugar.
Diablo le dijo ni creas que a mi me puedes hacer una mala
jugada, acuérdate que el diablo sabe mas por viejo que por diablo, claro mi
estimado chamuco, solo te recuerdo que cuando hicimos el pacto, nunca firme
nada, el diablo se puso furioso, y se acordó que lo que decía Gonzalo era
cierto, entonces que podría hacer para llevarlo a su reino, si ya había gozado
todo lo que le había prometido.
Gonzalo le dijo al demonio: seguro te preguntaras como poder
hacer valer el trato de palabra, a un jugador que su palabra no vale nada, pero
lo dejaremos a la suerte, entonces tiro esta moneda y tu escoges, si ganas,
ahorita mismo, con la sangre de mis venas te firmo el contrato, si gano, me
quitas todo y me dejas vivir lo que me queda de vida.
El diablo acepto, saco una monedo de dos caras, y la aventó,
y escogió “cara”, al caer y ser sello, no podía dar el demonio crédito a lo que
había pasado, como podría hacer eso, si los poderes los tenia el.
Gonzalo le dijo, te recuerdo que el trato se hizo a las 12
AM y apenas van a ser las 11:30 PM, asi que tus tretas, no funcionaron, y el
poder que me diste de ganar de todas todas, me funciono contigo.
Así que mi estimado chamuco, te dejo todas las cosas, que
gane, el dinero nunca me ha importado, solo me importa el sentir que gano y
contigo gane.
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