Cuenta la leyenda que una madrugada un hombre y su carreta,
tratando de cruzar un río, invocó al diablo y ofreció su alma a cambio de que
le construyera un puente.
Apareció el diablo y le dijo: acepto… A lo que el hombre
contestó: pero deberá estar terminado antes de que cante el gallo.
Y con velocidad escalofriante el diablo comenzó a construir
el puente… Y viendo el hombre que el diablo se apretaba para poner despaciosamente
la última piedra con cara burlona, se fue a su carreta, rebuscó en ella y
sacando unos gallos los tomó a puntapiés y justo en el límite del tiempo, uno
de ellos cantó.
Con prisa cargó de nuevo la carreta y ya sobre el puente
dijo adiós al diablo.
El cantón de Grecia tiene un distrito llamado Puente de
Piedra, su nombre se refiere a un puente de piedra que, visto por debajo, se ve
que falta una piedra justo donde cierra el arco. De ahí nació esta leyenda.
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